Tantísimas cosas que están mal son *errores de diseño*, y los cepillos de dientes son un gran ejemplo! Hacer los mangos de plástico, un material sumamente duradero, cuando el cepillo en sí mismo se recomienda cambiar 4 veces por año (y es un objeto de higiene personal!) es sencillamente ridículo!
¿Por qué no se hacen mangos fijos y solo se reemplaza la cabeza? Hay algunos diseños mejor pensados, pero nunca los vi más que en fotos… y en países de Europa 🤔
La primera alternativa que nos ayuda a reducir los residuos en este tema, y que sea un poco más #zerowaste, es el cepillo de dientes de bambú. El mango es biodegradable, entonces podemos cambiarlo cada 3 meses sin que esto genere una acumulación de basura eterna. Aunque las cerdas de los que conseguimos en Argentina (@merakibambu) son de plástico, la cantidad de material que se descarta es ínfima comparado con tirar todo el cepillo!
A los nuestros les hice una marca de color con esmalte para diferenciarlos, y para proteger la punta de la madera del contacto con el agua… cuando sea el momento de descartarlos, separamos las cerdas con una pinza y los mangos van a desocomponerse al compost!
Estoy evaluando otras pastas de dientes, pero ninguna de las #dyi me convencen. Mientras me termino el stock de esta, que por cierto, el pomo antes solía ser de aluminio (más reciclable) y ahora es de plástico #7 (otros plásticos, que no se pueden reciclar) 🙃 Buh