😁 ➡️Se fabrica, se exhibe, se vende, se usa unos meses, quizás se reusa otros más, y… se tira. Se supone que tenemos que hacer esto 4 veces por año, en promedio más de 300 veces en nuestra vida. ¿Nos imaginamos 300 cepillos por persona? Son unos cuantos miles de millones en todo el país.
Hace unos meses hablé del problema de diseño de los cepillos convencionales, y la alternativa más #zerowaste que tenemos disponible hoy son los cepillos de bambú @merakibambu
Habiendo estirado un poco más de la cuenta su vida útil (shh) a estos ya les llegó la hora de irse al compost, así que aquí vemos un poco “la evolución” de los cepillos.
Primero uno de los convencionales que tengo hace muchísimos años. Lo uso en la cocina, y una buena idea es doblarles el mango con calor para que lleguen a limpiar cositas de difícil acceso (se puede experimentar doblando diferentes partes para diferentes usos)
Después vienen los de bambú: el reemplazante nuevo, uno usado que se va a limpiar las cosas de las plantas, y otro ya desarmado, mango y cerdas ya separadas, que se van al compost y al ecoladrillo respectivamente.
Les había pintado las puntas con esmalte para diferenciarlos y para proteger la madera de la humedad. (Lijé el esmalte para tirarlo al compost, y sí, suma un piquitín más de basura)
Aunque no se consigan de cerdas biodegradables, diría que el 99% del residuo en un cepillo es el mango, y eso sí está resuelto. Veremos a mitad de año cómo viene esa descomposición (dicen que son 180 días=6 meses).
¿Ya probaste cambiar tu cepillo por uno de bambú? ¿Ya lo metiste al compost y nos podes contar qué pasó? ¿Qué haces cuando a un cepillo le llega su hora? ¿Alguna idea para reutilizarlo? ¿Alguien probó los de bambú y no les funciono? También quiero saber esas experiencias! . #zerowaste #residuocero #zerowasteblogger #zerowasteargentina #zerowastebathroom #bamboo #biodegradable
Probé los de bambú y, más allá de que resulta raro al principio tener ese material en la boca, no me resultaron bien. Demasiado blandos para mi gusto, no llegan a limpiarme como me gustaría (aunque esté mucho rato cepillando). Una lastima! Es un gran tema pendiente conseguir alternativas más amigables con el ambiente, que resulten verdaderamente útiles.